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sábado, 24 de mayo de 2014

Proyecto de Aula: ¿Que sucede en mi barrio?

Proyecto de Aula: ¿Que sucede en mi barrio? 

Foto 1

foto 2

Foto 3


TITULO DE LA SERIE: Fe, esperanza y…Una vida.
AUTOR: Katherine Rojas Agudelo
FOTO: I
PIE DE FOTO: Doña María Virgelina Mesa es una señora de 77 años de edad, nacida en Yarumal, Antioquia bajo el seno de un hogar muy creyente. Durante toda su vida ha rezado el rosario diariamente más de tres veces al día, ha ido a misa cada ocho días a comulgar, a confesarse y a dar sus diezmos sin importar las circunstancias.

Con el paso del tiempo y a medida que sus siete hijos crecían y se iban del hogar su soledad aumento y sus rezos con ella, hasta el punto de que actualmente se reza más de siete rosarios diarios y comulga todos los días. A pesar de sus enfermedades y su leve discapacidad para caminar no deja de ir a misa todos los domingos a las 10:00 am. Pero detrás de estos rezos se esconde una mirada triste a punto de llorar pues una de las enfermedades de Doña Virgelina es la depresión. Depresión para la cual ella dice que su único remedio es la oración y la fe en Cristo que cada vez aumenta más y más.


Esta es una historia del Barrio Robledo, Miramar. 



REFERENTE FOTOGRÁFICO:

Ángela Carabalí: 

Comunicadora Audiovisual y documentalista.

Graduada como comunicadora de lenguajes audiovisuales de la Universidad de Medellín en el año 2008, esta joven fotógrafa recibe ese mismo año el Premio Nacional Sin Formato en la modalidad de fotografía; otorgado por el Ministerio Nacional de Cultura de Colombia, con la serie Edilma: Años de Millas y semillas.

Decidida a hacer de la fotografía su profesión, viaja a Francia con el propósito de formarse en este campo. En el 2010 obtiene la beca “Artistas Jóvenes Talento” por parte del ICETEX para realizar un master en fotografía documental en Madrid, así que deja Francia y viaja a España para continuar con sus estudios.

En el 2011 obtiene su título de Master Internacional en fotografía: Nueva Realidad, Nuevo documentalismo, en la escuela de fotografía EFTI.


En el segundo semestre del 2011 viaja a Colombia para retribuir la beca del ICETEX, dirigiendo el proyecto de formación en fotografía documental con énfasis ambiental y cultural: Cuando el Río Sueña.



Actualmente se desempeña como docente de fotografía en la Universidad de Medellín y el Instituto de Formación Técnica –CESDE-; como gestora de proyectos de formación en fotografía para jóvenes; y como documentalista en su trabajo de creación personal sobre fiestas tradicionales de Colombia.



Imagen tomada del portafolio de la pagina de Ángela Carabalí

CIBERGRAFÍA:


http://www.angelacarabali.com/


viernes, 23 de mayo de 2014

PRACTICA FOTOGRÁFICA: EL RETRATO

EL RETRATO: 

Esta actividad se llevo a cabo con una cámara análoga profesional  dentro de las instalaciones de la Universidad de Medellín. En dos secciones de toma y dos de procesos: Revelado, contacto y ampliaciones.
Modelo: Jorge Ortíz Sánchez.


AMPLIACIONES:

       


TIRAS DE PRUEBA:


CONTACTOS:





REFERENTE FOTOGRÁFICO:

Mi referente fotográfico para esta actividad fue Richard Avedon. 

Richard Avedon

(Nueva York15 de mayo de 1923 - San AntonioTexas1 de octubre de 2004fotógrafo estadounidense

Sobre sus retratos y su modo operandi Avalon dice: “El fondo blanco aísla al sujeto de sí mismo y te permite explorar la geografía de su cara; el continente inexplorado en el rostro humano.”
Esta particularidad formal brinda un sello característico a las fotografías de Avedon. “Él intensificaba la presencia eliminando lo que le rodea. Los retratos son contra un fondo blanco de modo que la persona -la personalidad- abarcara todo.
Además Avedon afirma: “Un retrato no es una semejanza. En el mismo instante en que una emoción o un hecho se convierten en una fotografía deja de ser un hecho para pasar a ser una opinión. En una fotografía no existe la imprecisión. Todas las fotografías son precisas. Ninguna de ellas es la verdad”
“Y las fotografías tienen una realidad para mí que la gente no tiene. Es a través de las fotografías que yo les conozco. Tal vez está en la naturaleza de ser un fotógrafo.” – Richard Avedon

       
        



CIBERGRAFÍA:



Investigación sobre Óptica Variable

 Óptica Variable 


Para hablar de óptica variable tenemos que referirnos a objetivo y tipos de objetivo:

Objetivos fotográficos: 

Se denomina objetivo al dispositivo que contiene el conjunto de lentes convergentes y divergentes y, en algunos casos, el sistema de enfoque y/o obturación, que forman parte de la óptica de una cámara tanto fotográfica como de vídeo.
Los objetivos son los encargados de definir la imagen en el sensor de nuestra cámara


Principales características

Luminosidad:

La luminosidad de un objetivo esta condicionada por: la cantidad de lentes que lo componen, sus composiciones químicas, el tipo de recubrimientos de sus caras y sus diámetros. Esto define la apertura máxima de su diafragma, conocida como apertura efectiva.

Número f:

Esta generalización  entiende el uso del número f como indicador comparativo entre objetivos, consiste en un cociente entre su apertura máxima y su distancia focal. El número F es inversamente proporcional a la apertura: a menor número F, mayor luminosidad. Los objetivos pueden ser de número f fijo (generalmente como característica a su vez de los objetivos catadióptricos) o variable y su apertura se regula mediante el diafragma.. Generalmente, la apertura efectiva se rotula gráficamente en el objetivo, con relación a la longitud focal (por ejemplo, como "f/2.8" o "1:2.8"). En el caso de los objetivos zoom, puede ser representado por dos valores, indicando así la disponibilidad de apertura de diafragma según los extremos de funcionamiento para objetivos de distancia focal variable.

Distancia focal:

Indica la distancia (generalmente en milímetros, aunque hasta la década de los 50 el centímetro era la unidad) desde el centro óptico del objetivo al plano focal, define el "aumento" o zoom del objetivo, o cuánto acerca la imagen respecto al punto de vista subjetivo del observador, y al mismo tiempo su cobertura angular.
Tipos de objetivos
Según características de la distancia focal

De distancia focal fija:

Se destacan por poseer una calidad óptica superior, ya que están construidos con menor número de elementos. Suelen ser más luminosos a distancias focales equivalentes; poseen menos aberraciones geométricas y cromáticas, que perjudican la calidad de la imagen respecto de objetivos tipo zum, y son más livianos y compactos que estos últimos. Como desventaja, hacen necesaria la sustitución por otros objetivos cuando se hace necesaria una longitud focal distinta, puesto que su longitud focal no puede cambiarse.
De longitud focal Variable: Tienen la ventaja de brindar varias longitudes focales agrupadas en un solo cuerpo de objetivo, lo cual se consigue mediante el movimiento de ciertos elementos dentro del mismo. Esto los hace más versátiles para el uso diario puesto que no requiere el cambio de objetivo para obtener una longitud focal diferente. Como desventaja, poseen más elementos ópticos, con lo cual existe una mayor probabilidad de aparición de aberraciones y mayor pérdida de luz, lo cual hace que sean menos luminosos que sus contrapartes de focal fija. Por otra parte, son más pesados y frágiles que un objetivo fijo en igual relación de luminosidad .
Existen tres tipos de objetivos de longitud focal variable: Los objetivos multifocales, los parfocales (verdaderos zoom) y los objetivos varifocales. En las tres clases de objetivo pueden variar su longitud focal a voluntad del usuario; sin embargo la diferencia entre ellas radica en que los parfocales mantienen el foco durante el cambio de longitud focal, mientras que en los multifocales y en los varifocales la distancia de enfoque cambia.
Los objetivos multifocales son aquellos objetivos que puede adoptar un número limitado de distancias focales, pero nunca una posición intermedia entre ellas. Decimos que el paso de la máxima distancia focal a la mínima distancia focal se hace de forma discreta. Un objetivo multifocal no es un objetivo zoom, haciendo obligatorio el enfoque a cada cambio de distancia focal.

Los objetivos parfocales de aumentos en un microscopio no requieren volver a enfocar la muestra cuando los objetivos cambian. Los objetivos del revólver de un microscopio son parfocales, es decir, al cambiar de un objetivo de bajos aumentos a uno de más altos aumentos sólo hay que retocar ligeramente el foco con el ajuste micrométrico.
Los objetivos varifocal son aquellos objetivos que entre la mínima distancia focal y la máxima distancia focal puede situarse en cualquier posición intermedia pasando de una a una de forma continua.

Esta característica era considerada importante durante las primeras épocas de la filmación de vídeo, puesto que era necesario que el foco se mantuviese estable durante el cambio de enfoque (hacer zum); hoy en día, gracias a los sistemas de autofoco su relevancia ha disminuido entre los fabricantes, por lo cual la mayoría de diseños de objetivos llamados zum son varifocales.

Súper Gran Angular: con distancias focales entre 12 y 28 mm (para película de 35mm) y un ángulo de visión superior a 80°. Suelen ser empleados para conseguir determinados efectos especiales que se obtienen por su distorsión de la imagen.

Objetivo ojo de pez: Se trata de un angular extremadamente amplio, superando los 180° en algunos casos. Proporcionan una profundidad de campo extrema, y las líneas de la imagen se proyectan curvas, como si estuvieran reflejadas en una esfera. Se diferencian dos tipos: los que abarcan toda la superficie de exposición (película o sensor) formando por tanto imágenes rectangulares, y los que forman una imagen circular.

Gran angular: de 28 a 40 mm de distancia focal, y ángulos de captura entre 60 y 180°. Se utilizan para vistas panorámicas de paisajes, arquitectura, deportes.
Normal: entre 45-70 mm y con un ángulo de entre 40 y 65º. Se caracterizan por crear imágenes con aspecto semejante a la visión del ojo humano. Su profundidad de campo es moderada.

Teleobjetivos: Poseen longitudes focales entre 70 a 300 mm, y con un ángulo de visión menor a 40°. Tienen una profundidad de campo reducida respecto a las longitudes focales más cortas. Como característica de su imagen, comprimen la perspectiva mostrando objetos relativamente lejanos en sí a un tamaño comparativo similar.


Superteleobjetivos: distancia focal mayor a 300mm llegando incluso a 1200mm. Permiten acercar objetos situados a grandes distancias; su profundidad de campo es mínima, y por lo general se utilizan en combinación con grandes aperturas para obtener imágenes de objetos totalmente diferenciadas de su fondo. Se utilizan en la cobertura de eventos artísticos y deportivos, y en la fotografía de fauna silvestre.

 Objetivos Macro: Suelen ser objetivos preparados de forma específica para poder fotografiar desde muy cerca. Es normal que los objetivos nos exigan una distancia mínima para poder enfocar, pero los Macro permiten el enfoque hasta a un centímetro del objetivo, consiguiendo fotografíar objetos realmente pequeños. Estos son muy usados en la fotografía de naturaleza.


CIBERGRAFÍA:

domingo, 11 de mayo de 2014

Ejemplos de perspectiva forzada, sensación de movimiento y uso de óptica variable.




Ejercicio de representación de un cantante: 

Artista: J Álvarez 



Javid David Álvarez Fernández (Río PiedrasPuerto Rico13 de diciembre de 1983), conocido artísticamente como J Álvarez, es un cantante de reguetón puertorriqueño.

También es conocido como "El dueño del sistema". 

J Álvarez es un reguetonero de carácter fuerte y de personalidad demasiado seria. Se caracteriza por su preferencia por las gafas oscuras y todo tipo de joyas como relojes, anillos, cadenas, etc.

Sus fotografías en su gran mayoría son con fondo de un solo color o con fondo de ciudad, urbanos.

Web Oficcial de J Álvarez:


Modelo: Johnny Rojas A.

El siguiente ejercicio fue realizado con una cámara compacta marca Samsung zoom lens 10x ST200F.

Diferente uso de objetivos: Óptica variable 


18-35 mm 

55-70-80 mm 

35-50 mm 





Efectos de Profundidad de campo 

Todos los planos nítidos.

Primer plano nítido, fondo borroso.

Primer plano borroso, segundo plano nítido, tercer plano borroso.

Primer plano borroso, segundo plano nítido y tercer plano borroso.


Primer plano borroso y segundo nítido.


Efectos de Sensación de Movimiento

Barrido de sujeto

Barrido de sujeto: El sujeto es el que produce el movimiento, y produce la estala y  el fondo queda estático.


Barrido de Cámara 
Barrido de cámara:  En este efecto tanto el sujeto en movimiento como el fondo quedan movidos.


Congelado
 Congelado o petrificado:  Con ella el movimiento queda detenido o congelado.  Para que el petrificado trasmita una buena sensación de movimiento es necesario que el sujeto/objeto este en suspensión, 




Barrido de Fondo.

El barrido de fondo:  Es una técnica fotográfica que se emplea para sacar fotos de objetos en movimiento, de modo que el objeto salga estático y lo que quede movido es el fondo.



Golpe de Zoom
Golpe de Zoom: El centro queda estático y de allí parten unas estelas radiales hacia los bordes, el sujeto puede estar estático o en movimiento.

Efecto de Perspectiva Forzada 


Perspectiva forzada: Es una técnica que emplea la ilusión óptica para hacer que un objeto aparezca más lejos, más cerca, más grande o más pequeño que lo que realmente es. 








CIBERGRAFÍA: 




viernes, 28 de marzo de 2014

¡Realización De Copias en Blanco y Negro!

EL POSITIVADO.



Cuando el proceso de revelado se realiza sobre papel a partir del negativo se le da el nombre de "positivado".


Para el positivado hace falta un cuarto oscuro, aunque sea provisional y ciertos utensilios para positivar con calidad como lo son

1.- AMPLIADORA: 


Una ampliadora consta, en esencia, de una fuente de luz (halógena o incandescente) provista de un sistema que distribuya la iluminación de forma uniforme, bajo el que sujeta la película por medio de una placa perforada conocida como porta-negativos.

La imagen iluminada del negativo, es recogida por un objetivo provisto de un raíl de enfoque. Todo el conjunto se encuentra sujeto a una columna, por la que puede moverse verticalmente, para ampliar el área de proyección.
La calidad de una ampliadora viene determinada fundamentalmente por el tipo de iluminación y por la calidad del objetivo.

2.- RELOJ: 
Su función es equivalente a la del obturador de la cámara.

Aunque puede encenderse con un simple interruptor, como que los tiempos de exposición en la ampliadora suelen ser de unos pocos segundos, si tenemos que realizar varias copias de un mismo negativo y queremos exactitud y reproductibilidad, lo mejor es acoplar un reloj al mecanismo de encendido y así poder controlar automáticamente la exposición con la misma precisión con que lo hicimos en la cámara y al igual que en ésta, poder combinar la abertura del diafragma con el tiempo de exposición.

Dado que normalmente el reloj no suele incorporarse en la ampliadora, para empezar puede valer cualquier reloj con segundero y accionar a mano el encendido.

3.- MARGINADOR: 

para sujetar el papel durante la exposición de forma que quede plano se utiliza un tablero bajo la ampliadora provisto de un marco y dos regletas móviles que nos valen para ajustar el encuadre, inmovilizar el papel y definir también el grosor del margen blanco que rodeará la foto.

4.- LUPA DE ENFOQUE:
aunque no es un accesorio imprescindible, a veces ocurre que con negativos muy poco contrastados, muy densos o con pocos detalles, resulta muy difícil enfocar la imagen proyectada en el tablero. Este accesorio, provisto de una lupa y un espejo, permite observar una zona muy ampliada y enfocar viendo directamente el grano de la película.

  


5.- LUZ DE SEGURIDAD:
El clásico papel fotográfico en B/N, actúa como una película ortocromática, es decir, es prácticamente insensible a las longitudes de onda desde el amarillo al rojo; gracias a ello no es necesario andar trabajando a oscuras, siempre que utilicemos una luz con la emisión adecuada.

Las bombillas más utilizadas son las normales de incandescencia de 10 a 25 W, filtradas de forma que emitan luz inactínica (por lo general roja o anaranjada). Las hay en forma de farol con filtros intercambiables o simples bombillas rojas que incorporan el filtro en el cristal.

6.- CUBETAS Y PINZAS:
Gracias a la luz de seguridad, el revelado del papel no se hace como con los negativos, por el método de tiempo y temperatura, sino por observación directa.

De esta manera, dentro de cubetas de tamaño adecuado, se realizan los mismos pasos de revelado, paro, fijado y lavado que hacíamos dentro del tanque, pero pudiéndolos observar.

Aunque algunos aficionados manejan las copias con las manos, lo mejor es utilizar al menos dos pinzas: una exclusiva para el revelador (pH básico) y otra para el paro y fijador (pH ácidos). Así evitamos tanto la contaminación de unos líquidos con otros y manchar el papel al sacarlo de la caja, como adquirir una dermatitis en las manos debido a las sustancias irritantes de los baños. 

7.- ESMALTADORA:
Algunos papeles al secarse adquieren una superficie mate y quedan ondulados. Aunque puede solucionarse con algunos remedios caseros, los aficionados a la fotografía artística suelen adquirir un accesorio denominado esmaltadora que consiste en una placa metálica muy pulimentada con un sistema de calefacción. Sobre la placa se extiende la copia húmeda alisándola con un rodillo; cuando esté seca se desprende ella sola sin arrugas y con la superficie ya brillante.

8.- PRENSA DE CONTACTOS:
como veremos más adelante, este accesorio nos permite reunir en una sola hoja todos los fotogramas de un negativo para evaluar sus diferencias de densidad y contraste lo que, aparte de resultar una gran ayuda durante el positivado, permite tener localizables todos los fotogramas si se incluye la hoja de contactos en un álbum junto a los negativos.

En esencia, está formada por un cristal con guías para sujetar las tiras del negativo y unas bisagras por las que se une a un tablero cubierto de fieltro o esponja negra sobre el que se sujeta una hoja de papel fotográfico. El conjunto se expone bajo una luz y se extrae y se revela la copia normalmente. 



Además de todos estos accesorios también resulta muy útil tener a mano unas tijeras, una guillotina para cortar el papel, una gamuza o un pincel para eliminar el polvo de los negativos y cartulina negra para recortar siluetas y tapar algunas zonas de la imagen.

Para el Proceso:



EL PAPEL FOTOGRÁFICO

La estructura básica del papel fotográfico es la misma que la de la película con la salvedad del soporte que en vez de ser transparente es intensamente blanco para mejorar la reflexión de la luz.

A.- EN FUNCIÓN DE LA ESTRUCTURA DEL PAPEL existen dos tipos distintos:

1.- El clásico o baritado, que es el más utilizado en fotografía artística, está formado por una capa protectora de gelatina bajo la que se dispone la clásica emulsión de cristales de halogenuros de plata. Entre ella y el papel existe una fina capa de barita (sulfato de bario) que proporciona una gran blancura y estabilidad a la imagen.

El soporte de papel que se utiliza en este tipo es de extraordinaria calidad y pureza y no tiene ningún recubrimiento posterior. Su ventaja radica en que, si el lavado final ha sido correcto (casi una hora), la imagen tiene asegurada una vida superior a la de los plastificados y además la gama de grises que ofrece es mucho mayor. 


2.- El papel plastificado o PE o RC, es similar al anterior pero carece de la capa de barita y el sustrato de papel está recubierto por ambas caras de un capa impermeable de resina.

Este tipo se revela en un tiempo mucho más corto debido a que la resina impide que penetren los reactivos entre las fibras de celulosa del papel, con lo que el lavado, por ejemplo, se completa en menos de cinco minutos y además puede secarse sin esmaltadora dando una superficie muy brillante.

La estructura de estos dos tipos de papel determina como veremos, algunas diferencias en el método de revelado.

B.- EN FUNCIÓN DE SU SENSIBILIDAD ESPECTRAL se dispone de papeles:
 1.- No cromatizados:

Son las clásicas emulsiones de Cloruro de Plata. Como son sensibles sólo hasta azul pueden usarse con gran variedad de luces de seguridad (amarillas, naranjas, rojas).

2.-Ortocromáticos:

son emulsiones más rápidas y modernas a base de Bromuro de plata. Resultan afectadas por radiaciones azules y verdes. Con estos papeles son inactínica sólo las luces rojas y naranjas.

3.- Pancromáticos:

son sensibles a todas las longitudes de onda, por lo que deben manipularse en completa oscuridad o con lámparas especiales de vapor de sodio. Se emplean para conseguir fotos en blanco y negro a partir de negativos en color.

4.- De contraste variable:

son papeles ortocromáticos que incorporan dos capas en su emulsión: una de alto contraste sensible al violeta y al azul, y otra de bajo contraste sensible además al verde y algo al amarillo. De esta manera, con un sólo tipo de papel y utilizando en la ampliadora el filtro adecuado, podemos variar el contraste sin tener que recurrir a varias cajas de distintas durezas.

Empleando una ampliadora con cabezal en color o introduciendo filtros en el cajetín de una en blanco y negro podemos modificar el contraste. De esta manera, para suavizar el contraste, empleríamos filtros amarillos con densidad creciente. De igual forma, podemos aumentar el contraste empleando filtros magentas de densidad creciente.

Los de contraste fijo se fabrican con sustancias incorporadas en la emulsión que determinan el grado de contraste. Cada marca tiene su escala con 3, 5 ó más tipos distintos. Los de menor contraste tienen los números más bajos.

Los negativos muy contrastados se corrigen positivándolos en papel suave y los de bajo contraste en papel duro. Con los grados intermedios adaptamos el contraste a nuestro gusto.

C.- SEGÚN SU FORMATO Y COMERCIALIZACIÓN:

los tenemos en gran variedad de tamaño y, aunque pueda parecer extraño, ninguno coincide proporcionalmente con el formato exacto del negativo (o se corta parte del fotograma o se deja papel sin positivar).

Por otra parte, los papeles pueden adquirirse en sobres de 10 y 25 unidades y en cajas de 50 y 100 hojas.
Al encargar un papel hay que elegir también:

Su peso: papel, cartulina o cartón.

Su acabado superficial: mate, perlado, semi-mate, brillante, etc.

Su color: aparte del blanco, los hay color hueso, sepia, gris, etc.

Su rapidez: casi todas las marcas tienen un tipo especialmente rápido.


LA HOJA DE CONTACTOS Y LA TIRA DE PRUEBA

  • Realización del "Contacto":


Cualquier aficionado que se precie suele efectuar, tras conseguir el negativo y antes de positivar la primera copia, una hoja de contactos de toda la película.


Para ello pone en contacto la cara emulsionada del film con la del papel fotográfico y se expone el conjunto a la luz el tiempo deducido a partir de una tira de prueba. De esta manera, en una sola hoja puede resumirse todo el contenido calibrar las desigualdades y defectos de todo el negativo.

Obtener la HOJA DE CONTACTOS, proporciona además las siguientes ventajas:
Pueden observarse en claramente en ella las imágenes que queremos positivar.

Permite elegir el mejor fotograma de una serie similar. ( en el caso de retratos resulta muy difícil elegir sobre el negativo).

Puede elegirse el mejor encuadre de cada fotograma, jugando con dos ángulos de cartulina negra.

 Permite deducir directamente la exposición necesaria para cualquier copia obtenida de ese carrete y valorar además el contraste para elegir con seguridad la dureza y el grado del papel.

Permite mantener localizable más rápidamente un fotograma determinado entre muchas películas, sobre todo cuando se archivan en álbumes junto a sus propios negativos.

La obtención del CONTACTO puede hacerse utilizando una prensa especial o, simplemente, pillando bajo un vidrio los negativos ordenados sobre una hoja fotográfica, emulsión contra emulsión, y exponiendo el conjunto a la luz el tiempo preciso. Por lo general suele hacerse bajo la ampliadora, aunque puede hacerse también bajo una bombilla.

La copia se revela luego normalmente en las mismas condiciones en que haremos las copias más tarde. 
Para conocer el tiempo de exposición de cualquier copia fotográfica, basta con realizar la llamada TIRA DE PRUEBAS, que se hace exponiendo un recorte de papel fotográfico virgen, en el que se tapan zonas consecutivas de una imagen de las que sabemos los tiempos de exposición que han recibido.

En la práctica, se localiza primero el área más representativa de la imagen observándola proyectada sobre el tablero de la ampliadora; sobre esa zona, tras apagar la ampliadora, colocamos la tira y elegimos un diafragma medio en función de la densidad de la escena ( los mejores en cuanto a nitidez, se consiguen cerrando siempre 2 ó 3 puntos el diafragma a partir de su máxima apertura).

La tira se cubre con un cartón y se va disparando la ampliadora con distintos tiempos de exposición mientras se descubre escalonadamente la hoja. (Durante el positivado raramente se modifica el diafragma, sino que se controla todo variando sólo el tiempo de exposición). 


Una serie típica muy amplia es 2"-4"-8"-16"-32"-64" segundos. (Estos datos se apuntan siempre detrás de todas tiras con tinta indeleble o lápiz graso).

Una vez expuesta, la tira se revela a fondo manteniéndola en la cubeta del revelador unos minutos ( aprox. 2' para el papel RC y unos 5' para el papel baritado). La tira se fija unos segundos y sin sacarla del fijador se enciende la luz blanca y se elige el tiempo en función de la zona cuya densidad más nos agrade.

Cuando se intenta hacer una copia de calidad, suele ser necesario realizar otra tira más precisa a partir del tiempo obtenido en la primera. En el ejemplo anterior, si el sector de la tira que nos parece correcto estuviese entre 4" y 8", haríamos otra con una serie así: 4"-5"-6"-7"-8", y entonces sacaríamos sin lugar a dudas el tiempo de exposición.

Cuando se posee cierta experiencia, suele atinarse a la primera con dicho tiempo, sin necesidad de hacer pruebas. Existen también exposímetros para ampliadora, cuñas de grises y otros dispositivos que una vez calibrados ahorran mucho papel.

OBTENCIÓN DE LA COPIA

Una vez determinado el encuadre definitivo sobre la hoja de contactos, se realiza un enfoque de precisión observando la imagen proyectada sobre el tablero del marginador abriendo a tope el diafragma. (A diafragmas muy abiertos es reducidísima la profundidad de campo, lo que nos asegura un enfoque aún mayor cuando cerremos después dos o tres puntos el diafragma para exponer la imagen definitiva. Para mayor exactitud se suele proyectar además la imagen sobre el dorso de una copia inservible del mismo grosor).


Con los datos obtenidos en la hoja de contactos (contraste y tiempo de exposición para una copia de tamaño equivalente), y de la tira de pruebas (tiempo concreto de exposición para esa copia), se elige el tipo de papel. A continuación apagamos la luz blanca y encendemos la roja de seguridad, se extrae una hoja evitando sobarla y se sujeta en el marginador con la emulsión hacia arriba (se distingue fácilmente por su brillo a la luz de seguridad y al tacto).

Cualquier modificación en el tamaño total de la imagen respecto a la prueba, implica elevar o descender el cabezal de la ampliadora, lo que trae consigo una variación del tiempo de exposición, que se rige por la famosa LEY DEL CUADRADO INVERSO: al doblar el tamaño de un lado de la copia, la exposición se multiplica por cuatro. 
Una vez realizada la exposición se apunta al dorso el tiempo y diafragma empleado y se introduce rápidamente con la imagen hacia abajo en la cubeta del revelador, a los pocos segundos se le da la vuelta para observar la aparición de la imagen.

Durante el revelado conviene mover la copia con las pinzas o balancear la bandeja para renovar la capa de reactivos en contacto con el papel y conseguir así un revelado homogéneo.

Hasta que se adquiere experiencia, la luz de seguridad nos da la impresión de que la copia se ennegrece demasiado, esto hace que muchos principiantes saquen la copia para detener así el revelado. La copia hay que intentar revelarla siempre a fondoy evitar salvarla sacándola por que la calidad resultaría inaceptable al carecer de los grises más sutiles y de los negros profundos.

Una copia bien revelada desacelera su oscurecimiento hasta casi detenerse, en un tiempo determinado, en función del tipo de papel y la exposición recibida. Hay que juzgarla siempre seca y con luz blanca. Si ha sido correctamente expuesta y revelada, presentará una gran gama tonal con blancos limpios y negros profundos. La mayor o menor cantidad de tonos de gris se logra, dentro de ciertos límites, variando el grado de contraste del papel. (Los negativos muy contrastados necesitan papeles tanto más suaves cuanto más dura sea su imagen y viceversa).

El proceso se detiene sacando la copia y pasándola a la bandeja del baño de paro que tiene la misma composición y funciones que cuando revelábamos el negativo (detener al instante el revelado y neutralizar la acción del revelador y su PH).

Al pasar la copia a esta bandeja con las pinzas del revelador, no conviene tocar este baño para no contaminar luego el revelador. El resto de los pasos se hacen con sus propias pinzas.

Del baño de paro se pasa al de fijado donde se mantiene unos minutos y de ahí al lavado final en agua corriente.

El tiempo de estancia en cada baño depende del tipo de papel:
Los papeles plásticos o RC son muy rápidos y resistentes y su precio es ligeramente inferior. Se revelan en unos 2 min.. Paro: 15 seg.. Fijado: 5 min.. Lavado: 5 min.

Los papeles baritados o de fibra tardan más debido al mayor tiempo de difusión de los reactivos entre las fibras del papel y lo que se tarda luego en eliminarlos. Son más caros por la gran calidad de su papel, aunque resultan insustituibles en fotografía artística. El revelado dura unos 5 min.. Paro: 15 seg.. Fijado 20 min.. Lavado: más de media hora. En estos papeles, la profundidad del fijado y del lavado determinan la perdurabilidad de la imagen (hay copias perfectas con 120 años). En estos papeles de fibra, el secado y acabado final se realiza en la esmaltadora. Dependiendo de la cara que se exponga hacia la plancha, se consiguen superficies granulosas o brillantes.

Todos los reactivos utilizados para el procesado de la copia son equivalentes a los del revelado del negativo y, de hecho, pueden utilizarse los mismos reveladores para ambos procesos, aunque aumentando su concentración. En cualquier caso, lo mejor es utilizar reveladores formulados especialmente para el positivado, con mayor energía y contraste.

El baño de paro y el fijador son exactamente los mismos. Aquí no se utiliza humectador, aunque hay sustancias que favorecen la eliminación del hiposulfito, lo que permite acortar el tiempo de lavado.


CIBERGRAFÍA:


¡Proceso De Revelado Fotográfico En Blanco y Negro!

EL REVELADO FOTOGRÁFICO EN BLANCO Y NEGRO:



Es el proceso que hay que llevar a cabo para que la imagen en negativo impresa en la placa o película fotográfica se haga visible. 
Aunque se trata de un proceso muy sencillo, su importancia es fundamental y hay que realizarlo correctamente. Un error durante la realización de la copia trae consigo únicamente su repetición, pero estropear el negativo durante su revelado, implica muchas veces la repetición de la toma y esto no siempre es posible.

Algunos errores durante la exposición del negativo, pueden corregirse durante el proceso de revelado. Por ejemplo una película subexpuesta o con poco contraste puede arreglarse, prolongando el tiempo de revelado.



Metodología:

1.- LA CARGA DE LA PELÍCULA:


Una vez rebobinado el carrete y extraído el chasis de la cámara, debemos introducir la película en un recipiente estanco a la luz (un tanque) donde se realizará todo el proceso.
Un tanque consiste en un recipiente cilíndrico en el que se pueden introducir líquidos sin que penetre la luz. Suelen ser de plástico negro con una tapa a rosca provista de una entrada para líquidos en forma de embudo. Dentro se encuentran una o varias espirales desmontables por la mitad, que permiten conservar la película enrollada sin que entren en contacto sus vueltas al tiempo que facilitan el acceso del revelador a toda su superficie. Las espirales se insertan en un eje que puede accionarse desde fuera para agitar las espirales.

Con este tipo de tanque sólo es necesario apagar la luz durante la carga de las espirales y, una vez cerrado el tanque, el resto del proceso puede hacerse con luz normal. La oscuridad que se precisa en la habitación tiene que ser total, y debemos ser tanto más cuidadosos cuanto mas rápida sea la película.
Los fotógrafos que revelan sus propios negativos, suelen dejar al rebobinar la lengüeta de la película fuera del chasis para poder cortarla antes de apagar la luz. Cuando se corta la lengüeta conviene hacerlo entre dos perforaciones por que así entra mejor en la espiral. Si se nos ha metido al rebobinar, habrá que hacer esto a oscuras.


                                                                            

Este paso es el más complicado para el novato y hay que practicarlo primero con una película vieja y con la luz encendida.

Cuando notemos que va a penetrar el extremo final unido al eje del chasis, cortamos la película lo más cerca posible del mismo y seguimos accionando las espirales hasta que penetre por completo.

Si durante la carga notamos cualquier resistencia en las espirales, conviene sacar la película, separando las dos mitades, y volver a empezar. Durante todo el proceso hay que evitar sobar el negativo. Si las espirales no están totalmente secas, resulta casi imposible introducir la película.


Una vez introducidas las espirales y cerrada la tapa puede encenderse la luz.


Antes de apagar la luz, conviene recordar bien donde dejamos los objetos necesarios para la carga del tanque, porque una vez abierto el chasis ya no podremos encender la luz hasta que está a salvo dentro del tanque.


Una vez apagada la luz y en total oscuridad, se abre el chasis y se corta la lengüeta según hemos dicho. La película se introduce un par de centímetros en la espiral por el extremo cortado y se hacen girar sus dos mitades; de esta forma la película penetra sola hasta el final.  

    2.- EL REVELADO: 


Aunque no resulta imprescindible, antes del revelado se suele realizar una fase de REMOJO INICIAL que consiste en llenar un par de minutos el tanque con agua a la misma temperatura a que se utilizará el revelador.

La etapa de remojo inicial aporta las siguientes ventajas:

1. Evita o atenúa la formación de burbujas al introducir el revelador, con lo que se evitan los lunares que producen estas en el negativo.

2. Empapa e hincha la gelatina, lo que favorece la absorción del revelador y consigue que el revelado sea más uniforme.

3. Elimina la capa antihelio. Con ello evitamos que sus colorantes pasen al revelador y así alargamos su vida útil.

4. Acomoda el tanque y la película a la temperatura de revelado y evita que éstos modifiquen la temperatura del revelador.

El remojo resulta muy aconsejable especialmente cuando la temperatura de ambiente está por encima de los 25º o por debajo de los 19º, o cuando el tiempo de revelado es inferior a 5 minutos.
El tiempo de revelado varía con el tipo de película, la marca y dilución del revelador y la temperatura a que se efectúe el proceso.

Por lo general en todos los envases de revelador figuran los tiempos y temperaturas de revelado de las principales películas. Estos datos son un punto de partida que luego, con la experiencia, acabaremos modificando ligeramente a nuestro gusto.


Una vez remojado el film, se tira el agua y se introduce el revelador a la temperatura recomendada por el fabricante (por lo general 20 o 24º) y se acciona el cronómetro.

Nada más llenar el tanque, damos un par de golpes contra la superficie de trabajo para eliminar las burbujas de aire que hayan podido adherirse a la película y comenzamos la agitación que ha de ser homogénea y suave.

El tanque, durante todas las etapas del revelado, debe agitarse para renovar la capa de reactivos en contacto con la superficie de la película, esta agitación puede realizarse de dos formas en función del diseño y modelo de tanque:
En la agitación por inversión: se cierra el tanque con una tapa hermética y se invierte cada cierto tiempo.
En la agitación por rotación: se hacen girar las espirales por medio de un eje.
En ambos casos se realiza una agitación inicial constante durante los 30 primeros segundos de revelado y luego se agita cinco segundos cada 30 segundos, hasta finalizar el proceso.

Los factores que intensifican el revelado son: temperaturas altas, revelador concentrado y agitación intensa.

La intensidad del revelado aumenta el contraste de la imagen y el efecto de grano.

3.- EL BAÑO DE PARO 

Cuando faltan unos 5 segundos para terminar el revelado vaciamos rápidamente el tanque e introducimos el baño de paro golpeando y agitando el tanque al igual que hicimos con el revelador.

El baño de paro realiza su función en 5 ó 10 segundos, por lo que este paso resulta el más corto (15 ó 30 segundos).

El baño de paro más utilizado es en dilución de un ácido débil en agua (por lo general acético al 3%).

Resulta conveniente que todos los líquidos del proceso se encuentren a la misma temperatura.

La acción del baño de paro es doble: por un lado detiene automáticamente el revelado debido al cambio brusco de PH que se produce al pasar de un medio básico (revelador) a uno ácido (baño de paro), y por otro, evita la contaminación y el agotamiento prematuro del fijador (también ácido).

Cuando el revelado es superior a los 10 minutos y por tanto ya no es tan importante una detención brusca del proceso, puede sustituirse el baño de paro por un simple lavado con agua.


4.- EL FIJADO 

Al llegar a esta etapa la película tiene una imagen negativa de plata metálica negra, junto a sales de plata blancas que ocupan las zonas complementarias. Si no realizásemos el fijado, las zonas blancas opacas impedirían el positivado y además estas zonas acabarían por ennegrecerse estropeando el negativo.

Se conocen muchas sustancias con propiedades fijadoras, pero la mejor de todas en cuanto a estabilidad, rendimiento y precio, es el tiosulfato sódico, conocido también como hiposulfito.

El tiempo de fijado varía con el tipo de emulsión, la temperatura, la composición química del fijador, etc. Aunque por lo general el fabricante lo indica en el envase, y oscila entre los 3 y los 5 minutos, una regla muy antigua para calcularlo es fijar el doble del tiempo que tarda la película en perder su tono lechoso. A los 15 ó 30 segundos de comenzar el fijado la película puede observarse ya con luz blanca.

Aunque el tiempo de fijado no es tan crítico como el de revelado, no conviene superar los 20 minutos por que comenzarían a debilitarse las imágenes.

Un litro de fijador vale generalmente para fijar unos 20 rollos de 35 mm.


5.- EL LAVADO 

Este paso resulta fundamental para asegurar la conservación de la película con el tiempo. En él se eliminan todos los compuestos solubles originados durante el revelado, así como los restos de hiposulfito del fijador, que a la larga oscurecerían la película.

El lavado se realiza haciendo discurrir agua corriente por el interior del tanque durante un periodo que oscila entre los 15 y los 60 minutos. Las temperaturas inferiores a 15º disminuyen considerablemente la eficacia del lavado, por lo que en invierno se aconseja prolongar el tiempo.

El lavado ideal dura a 20º al menos 30 minutos y puede completarse con un aclarado final en agua destilada si el agua es muy calcárea, y finalmente con un HUMECTADO.

Este paso consiste en llenar el tanque con un líquido humectante para disminuir la tensión superficial de la película. Con ello se consigue que el agua del lavado escurra más fácilmente y las gotas no formen manchas al secarse.

Un humectador es simplemente un detergente con algún adictivo endurecedor de la película.


6.- EL SECADO 

Una vez lavada la película se abre el tanque y se extraen con cuidado las espirales abriéndolas por la mitad para poder sacar fácilmente el film asiéndolo por su extremo velado.

Cuando la película está mojada y la gelatina hinchada, se vuelve extremadamente blanda, por lo que cualquier roce o huella dactilar producirá en el film un daño irreparable.

El negativo, cogido por el extremo, se sujeta con dos pinzas (la de abajo más pesada para evitar que se enrolle el film) y se pone a secar en un lugar libre de polvo a una temperatura no superior a los 50º (lo mejor, si no se tiene prisa, es hacerlo a temperatura de ambiente).

Algunas personas escurren la película para acelerar el secado pasándola entre los dedos o entre unas pinzas de goma, pero con este sistema se aumenta la probabilidad de arañarla.

A temperatura de ambiente, un negativo de celuloide tarda en secarse unos 20 o 30 minutos, este tiempo se puede acortar introduciendo la película, después del lavado, en una solución de alcohol metílico o isopropílico en agua, pero no suele realizarse más que en casos de extrema urgencia.

Una vez seco hay que cortar el negativo cuanto antes e introducirlo en fundas protectoras a salvo del polvo.

Cuando la película está completamente seca, es el momento para evaluar los negativos y descubrir los defectos de la toma o del revelado.


CIBERGRAFÍA: